¡Feliz cumpleblog! Y para celebrarlo, un recopilatorio y una playlist especial.
¡Quién
me lo iba a decir! Yo, que he tenido tropecientos mil intentos de blog (éste,
de hecho, creo que es mi séptimo) siempre desde el anonimato, simplemente para
saciar mi necesidad comunicativa o mis ganas de escribir, de volcar
pensamientos, ideas e historias que resultaban más fáciles de teclear que de
digerir.
Hacía
ya tiempo que no tenía un blog activo y a pesar de ser gran consumidora de
ellos, no me planteaba para nada la posibilidad de retomar esa actividad.
Sin
embargo, mis amigas llevaban un tiempo invitándome a abrir un espacio en el que
volcar mis hobbies, algo radicalmente distinto a lo que estaba acostumbrada,
invitándome a salir de la zona de confort.
Estuve
mucho tiempo dándole vueltas a la idea, pensando si realmente tenía algo que
aportar. Al final, motivada por sacar tiempo para las cosas que me gustan y
empeñada en obligarme a mejorar la fotografía y a utilizar de una vez por todas
ese malditoinventodeldemonio dichoso
programa llamado Photoshop, decidí sentarme y abrir un blog.
Este
blog.
Y
hoy, un año después, es momento de hacer balance.
Bien,
en primer lugar quiero dejar claro que yo no soy blogger, yo sólo tengo un blog.
Y con eso de ser blogger no quiero darle a la palabra ninguna
connotación negativa ni mucho menos, simplemente me refiero a que yo no me
dedico a esto.
Igual
te preguntas a qué viene esta reflexión. Yo te explico, verás. Al principio,
cuando abrí el blog, empecé a intentar organizarme para generar el contenido,
pensar ideas, documentarme, sacar fotos, redactar los posts, compartirlos en
las redes, contestar comentarios, etc.
Eso
lleva mucho tiempo, no te creas.
Hay
mucha gente que no se hace una idea del trabajazo que llevan detrás los grandes
blogs y canales de Youtube. Crear contenido, editar, compartir, relacionarte
con tu audiencia con asiduidad requiere una dedicación prácticamente absoluta.
De hecho, son muchas las bloggers que han hecho de esto su trabajo.
Y
es que sin quererlo, el blog se va haciendo parte de tu rutina. Lunes,
miércoles y viernes post nuevo, el sábado por la mañana para sacar fotos
(mientras rezas porque haga buen día para tener buena luz), el domingo por la
tarde para editar y redactar.
Vamos,
que todo estaba bien programadito.
Las
visitas empezaron a crecer y llegamos a las 40.000 visitas. ¿40.000? ¡Madre
mía, me parece increíble que toda esa gente se haya pasado por aquí! El caso es
que esa cifra empezó a crearme una cierta "responsabilidad" ya que
cuando no te lee nadie, escribes más relajada pero cuando sabes que alguien te
observa, necesitas esforzarte más.
Igual
todavía no tienes muy claro por dónde va la cosa, ¿no?
El
caso es que este año me ha servido para organizarme mejor el tiempo, he hecho
proyectos que me han hecho tremendamente feliz, me he ilusionado con la
decoración, con los DIY, con mi scrapbook, ¡si hasta me he apuntado a clases de
costura! y lo más importante, he conocido a personas maravillosas. Si, gracias
a esto.
Hasta
ahí todo bien si no fuera porque también me he agobiado un poco y no puedo
culpar a nadie más que a mí misma. Y es que mi vida ajetreada me ha impedido en
algunas ocasiones dedicarle todo el mimo que necesita, (que necesitáis, en
definitiva, que por algo leéis estas líneas), publicar con la frecuencia que me
gustaría, desarrollar algunas de las ideas que tengo en mente...en fin, que
todo no es tan bonito como parece ni la vida es tan Pinterest (como bien dice
la señorita LuciaBe).
A
pesar de todo eso, estoy tremendamente orgullosa de este pequeño rinconcillo
virtual que tiene mil defectos, vamos, que los tiene todos pero al que le pongo
toda mi ilusión porque estimula mi mente. Si de refiloncillo, en algún momento,
os ha estimulado a vosotros puede decirse que he cumplido mi objetivo.
¡Feliz
cumpleaños, vinilosrayados! Espero que el año que viene soplemos dos
velitas.
Para
celebrar un poco este pequeño y humilde acontecimiento, quiero hacer dos
cosas.
En
primer lugar, me gustaría compartir con vosotros las cinco entradas de las que estoy
más orgullosa, bien sea por la fotografía o por el contenido en sí mismo.
Espero que el año que viene en vez de cinco sean diez. ¡Ojalá pasaran mi
evaluación!
Me
gusta esta entrada porque creo que ha contribuido un poco a que bastante gente
conozca la filosofía que propone el libro (eso dicen mis estadísticas, al
menos). A mí personalmente me hizo reflexionar mucho y ha condicionado un
cambio en mi estilo de vida y en mi manera de ver las cosas.
Haciendo
esta entrada me divertí mucho y me dí cuenta de que me gustaría compartir
muchas más recetas en el blog porque es un proceso muy entretenido, además de
bastante didáctico.
¡Y
las fotos de comida siempre son tan bonitas!
A
este post le tengo mucho cariño porque prepararlo fue toda una aventura. Me
recorrí con J. (pobrecito) un montón de tiendas buscando todo lo que quería,
nos pasamos todo el sábado cocinando y tuvimos bastantes problemillas técnicos
que casi lo arruinan todo pero al final salió y nos quedaron unas fotos
bastante resultonas. ¡Ojalá todos los posts fueran así!
Me
encanta escribir sobre métodos de organización. Compartir ideas que a mí me
funcionan me gusta porque sé que hay gente que tiene los mismos problemas
organizativos que yo. Es una de las categorías que más me apetece desarrollar
durante este año, compartir más trabajos y obligarme un poco a perder el miedo
a enseñar mis layouts.
Este
post es el último que voy a escoger y no porque haya aportado demasiada novedad
o que otras compañeras no hayan desarrollado infinitamente mejor que yo sino
porque fue la petición de una amiga muy importante para mí y sé que le ha
servido mucho (y tengo pruebas fehacientes de ello, no hay nada más que ver sus
manos). Esto es por lo que escribo, si puede ayudar a alguien, mi objetivo está
cumplido.
En
segundo lugar, me gustaría que conocierais un poquito más de mí y hay pocas
cosas que definan mejor a una persona que la música que le gusta. Tengo pensado
hacer ese tag musical que circula por ahí pero hoy me gustaría haceros un
regalito en forma de playlist,
una de las que mejor me definen. Espero que la disfrutéis y que os sirva para
saber algo más de mí.
No
tengo palabras para agradecer vuestro apoyo así que sacad vuestra copita de
champán virtual y brindemos. Yo voy a soplar mi tarta y a pedir un deseo.
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